No pienso decir que las competencias futbolísticas son una reproducción exacta de las relaciones económicas entre los países, solo pienso hacer notar algunas relaciones curiosas que he podido notar.
En primer lugar los países del centro en el fútbol no son necesariamente los mismos que los del centro en el sistema económico, aunque si existe cierta correlación entre ellos. De los países que se podrían decir que son el centro competitivo-futbolístico solo Brasil (lo sigue siendo a pesar de haber sido maltratado en su propio mundial) y Argentina no pertenecen al centro de la economía mundial. Pero tambien es notorio que muchos países del centro económico no pertenecen al “centro competitivo-futbolístico”, es especial el caso de EEUU (país que en pocos años estará en el centro futbolístico) y Japón (a pesar de que en este último sí existe buena afición por el futbol).
Esto me hace pensar en dos variables que podrían mediar estas relaciones: La primera es obviamente la afición y por ende la tradición futbolística del país en cuestión, y segundo la capacidad económica que se tenga para promover una cultura deportiva. Así pues, si analizamos los países que son grandes potencias futbolísticas (esta vez exceptuando a Brasil y Argentina de las que hare un análisis detallado después), notaremos que en verdad cumplen estas dos características; ninguno de ellos es la primera potencia mundial, pero su calidad de vida (incluido su nivel de ingresos económicos) y la tradición futbolística que existen son tales que les permiten desarrollar ligas lo suficientemente competitivas para tener selecciones que puedan luchar por el título mundial.
Ahora analizare a Brasil y Argentina. Hasta hace algunos años ambos pertenecían a la periferia del mundo capitalista, hoy solo Argentina sigue en esa posición y Brasil ya está cada vez más cerca a los del centro (aunque no tiene asegurada esa posición). Pero a nivel futbolístico, ambos países pertenecen al centro competitivo-futbolístico, ya que ambos han conseguido títulos mundiales y siempre están en la pelea por el título en cada mundial al que asisten, al menos eso es lo común en el análisis antes de empezar la competición. Pero en la dimensión económica del futbol, es decir en la capacidad de tener las instalaciones que les permitan desarrollar ligas competitivas, aún siguen en la periferia. Entonces ¿cómo estos países cuya alta competitividad futbolística a nivel de selecciones viene desde muchas décadas atrás han logrado estar en lo más alto de la competitividad mundial sin tener durante la mayor parte de este tiempo la capacidad económica para fomentar a este deporte? La respuesta es simple. En primer lugar el auge de Brasil se inició mucho antes de que el futbol se convierta en un negocio multimillonario, por lo que la esfera económica no era aún muy importante (es inimaginable creer que un jugador como Pelé en estas épocas se quedara a jugar solo en su país teniendo en cuenta la cantidad de dinero en juego). Esto último mencionado quiere decir que cuando el futbol empezó a volverse un gran negocio (allá por fines de los sesenta e inicios de los setenta) Brasil y Argentina contaban con la característica que tenía China para atraer a las fábricas internacionales a su país: Capacidad laboral (en este caso talento futbolístico) y bajos precios por esta capacidad laboral. Por esta razón los países del centro económico-futbolístico decidieron mirar a este país y Argentina para encontrar talentos que les permitan tener ligas llamativas y por ende rentables.
De esta manera se creó una especie de relación simbiótica entre el centro económico-futbolístico y el centro competitivo-futbolístico. Los países pertenecientes al primer conjunto se beneficiaron no solo económicamente al obtener mayores ganancias por tener ligas más competitivas, sino que también se beneficiaron al poder aprender mucho del estilo de juego de los futbolistas pertenecientes a estos países de la periferia económico-futbolística (especialmente de Brasil y Argentina ya que los demás países de la periferia económico-futbolística como muchos sudamericanos y africanos no se beneficiaron competitivamente de la misma manera). Pero estos países de la periferia económico-futbolística también se beneficiaron ya que lograron tener selecciones competitivas aun sin tener la capacidad económica para tener ligas del primer nivel.
Ahora analizare un caso que me parece muy interesante: EEUU. Este país es el centro de la economía mundial; incluso hasta hace algunos años no solo era parte del centro, sino que era el centro absoluto. Pero en el futbol era totalmente la periferia. Era la periferia en ambos sentidos en el económico-futbolístico (no olvidemos que la primera liga profesional que apareció en este país en la que participaba el Cosmos de Pelé cerro en 1984 por haber quebrado económicamente) y en el competitivo-futbolístico. Pero la situación cambio de manera inusitada desde 1996 (dos años después de que la federación estadounidense prometió a la FIFA organizar una liga profesional). En 1994 la participación de EEUU como anfitrión fue la de un país de la periferia económico-futbolística, pero para el año 2002 alcanzaron los cuartos de final en el mundial de Corea y Japón y Landon Donovan obtuvo el premio al mejor jugador joven de ese campeonato. ¿Avance rápido e interesante, no? Para el año 2006 volvieron a clasificar pero no pasaron a octavos de final, pero el año 2009 obtuvieron el segundo lugar en la Copa de las Confederaciones después de eliminar a España en la semifinal, el 2010 y 2014 pasaron a octavos sin que nadie pueda decir que fue por suerte demostrando ser un rival duro para las selecciones europeas (del centro económico-futbolístico y competitivo-futbolístico).
¿Cuáles fueron las causas de este rápido ascenso? En primer lugar EEUU no cuenta con la primera condición antes mencionada, es decir no tiene una gran afición futbolística ni una gran tradición en este deporte (aunque la situación está cambiando tal vez por influjo del gran negocio en que se está convirtiendo, algo que le conviene a la FIFA). Entonces ¿cómo lograr surgir sin una de las premisas? La respuesta es que en esta época en la que el futbol es un negocio multimillonario, los factores culturales han pasado a segundo plano (aunque eso no quiere decir que sean irrelevantes), por lo que EEUU ha necesitado básicamente de su nivel económico para meterse a la esfera del centro económico-futbolístico. Y es a partir de desarrollar una liga que hace lo mismo que las ligas europeas (es decir buscar ligas de países pertenecientes a la periferia económico-futbolística para encontrar jugadores) ha logrado tener una liga cada vez más fuerte y una selección cada vez más competitiva en los mundiales. En resumen, en EEUU el factor económico en el fútbol creo un equipo competitivo capaz de atraer a la afición de su propio país (factor cultural) para hacer del futbol un deporte cada vez más pujante.
Esta es solo una primera aproximación de un tema cuyo análisis en sociología económica aún puede ser profundizado.
P.D: Para un analisis microsociologico del futbol, se puede ver: Sobre el futbol y la tragedia de la cultura